"La fe no quita nada a vuestro genio, a vuestro arte, es más, lo exalta y lo nutre, lo anima a atravesar el umbral y a contemplar con ojos fascinados y conmovidos la meta última y definitiva, el sol sin crepúsculo que ilumina y hace bello el presente."
Benedicto XVI
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Escolanía JMJ: The Golden Vanity
La Escolanía JMJ realiza su primer concierto en solitario de la mano de su director, David de la Calle y con la música de B. Britten.
En la primera parte del concierto, la Escolanía JMJ interpretará Friday Afternoon Songs, escrita por el compositor británico entre 1933 y 1935. Cinco piezas que nos ayudarán a introducirnos en la música de B.Britten. En la segunda parte del concierto tendrá lugar el estreno de la ópera "The Golden Vanity".
Venta de entradas A partir del jueves 17 de mayo. De lunes a viernes de 10-14h en la plaza de San Juan de la Cruz 2B (Telefonillo "CORO JMJ"). Otros horarios consultar llamando al 648229999
Entrada general: 10 euros.
Familias numerosas: 5 euros (presentando el carné de familia numerosa)
*Edad recomendada: A partir de 8 años
Argumento de la Ópera:
The Golden Vanity, es un vodevil u ópera en miniatura, escrito en 1966 por encargo del famoso coro de los Niños Cantores de Viena. Basada en una vieja balada de marineros ingleses, está escrita para coro de niños, solistas del propio coro en los papeles protagonistas, piano, y una pequeña percusión.
El argumento nos cuenta la historia del Golden Vanity, un barco inglés que es atacado por un barco de piratas turcos en las aguas del Mar del Norte. La tripulación inglesa intenta, sin éxito, defenderse a cañonazos, pero fracasan y son bombardeados por los turcos. Cuando sienten que ya todo está perdido, y que serán vendidos como esclavos y robado su botín, el grumete más joven del barco se ofrece valientemente a hundir el barco de los enemigos, a cambio de la mano de la hermosa hija del Capitán.
Una vez obtenida la promesa del capitán, el grumete se sumerge en el mar y nada sigilosamente hasta el barco pirata abriendo, con un punzón, varios agujeros en el casco y hace que se hunda, muriendo todos los piratas turcos. Cuando el niño vuelve al barco inglés y pide que le suban a bordo de nuevo, el Capitán y el envidioso Contramaestre se niegan a cumplir su palabra, dejando que se ahogue en el mar.
Una vez muerto el grumete, la tripulación sube el cuerpo del niño al barco entre lloros de rabia y dolor ante tan gran injusticia. Envuelven su cuerpo con la hamaca del chiquillo, y le arrojan por la borda para que el mar sea su cementerio. Todo aquel que pase hoy en día por el lugar, aún podrá escuchar los fantasmagóricos gritos del niño pidiendo ayuda.